Orar
con la palabra de Dios... Es lo correcto si estamos dependiendo de
nuestro Padre Celestial. Hay muchos decretando como si fueran
dioses, olvidan que nuestro Padre Eterno no se somete a nosotros. Somos nosotros los que debemos humillar nuestro ego y busca su ayuda misericordiosa. Es así que el El Espíritu
Santo intercede y nos ayuda.
Seamos humildes y como niños en nuestra dependencia del Padre... Oremos
para bien con su palabra. Ejemplo: “Padre
enséñame a hacer tu voluntad, porque tú eres mi Dios; tu buen Espíritu me guía
a tierra firme“. Salmo 143:10
Orar
con la palabra de Dios... "Venga tu reino. Hágase tu voluntad, así en
la tierra como en el cielo“. Mateo 6:10 “Digno eres, Señor de recibir la gloria
y el honor y el poder, porque tú creaste todas las cosas, y por tu voluntad
existen y fueron creadas“. Apocalipsis 4:11
“Si
esperamos en fe lo que no vemos y con paciencia aguardamos, el mismo Espíritu nos
ayuda en nuestra debilidad; pues a veces no sabemos cómo orar y el
Espíritu mismo intercede por nosotros conforme
a la voluntad de Dios" Romanos 8:25-27.
El
orgullo y la soberbia del ser humano llevan a que muchos se engañen con la práctica
del "yo" declaro y "yo" decreto, lo cual no es
bíblico, ni agradable al Señor.
Señor,
gracias por darnos sabiduría y vida en tu palabra, gracias por el discernimiento que nos ayuda entresacar lo precioso de lo vil.
Ayúdanos Señor a entender tu voluntad en nuestras vidas y danos fuerzas para seguir adelante porque en Ti está el poder y el señorío sobre todas las cosas y a Ti te pertenece toda gloria y honra por los siglos de los siglos. Amen.
Ayúdanos Señor a entender tu voluntad en nuestras vidas y danos fuerzas para seguir adelante porque en Ti está el poder y el señorío sobre todas las cosas y a Ti te pertenece toda gloria y honra por los siglos de los siglos. Amen.